Friedrich Hölderlin: Puesta de sol.






¿Dónde paras? Ebria trasluce mi alma
de todas tus delicias; pues acabo de oír
cómo, rebosante de dorados sones,
el encantador vástago del sol
toca su canción de la tarde en la lira celestial;
bosques y colinas se hacían eco en derredor,
aunque ya se fue lejos, donde los pueblos piadosos
que todavía lo veneran.

Traducción: Eduardo Gil Bera


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