Portrait de Femme (detail), 16th century, by Nicolas de Neufchâtel |
No han quedado muchas cosas por
vencer y conocer.
El camino se estrecha; los
senderos se unen.
¿Observas cómo se aproximan más
y más,
cual radios de rueda quebrados
por la luz?
Nos acercamos. Es de noche, el
aire huele a viejo;
con las antiguas luces brotan
siempre flores antiguas.
Se extiende una débil niebla y
un cielo lechoso
nace por entre los tallos, en
el lejano horizonte.
¿Es una isla?, ¿una montaña?,
¿un río?, ¿un desierto?
¿Por qué terminaría en el
desierto nuestro viaje?
Para llegar allá tal vez nos
falta un cuarto
del camino andado, verde abajo,
arriba azul.
¿Nos detendremos? Una canción
nos llama desde la
[posada
El vino es bueno, la cama tibia
y tú eres dulce.
Y desearías, envuelta en tu
cabello rubio,
que nuestra carne ardiese como
brasa viva.
¡No! Sigue adelante; ¡clávale
al tiempo la espuela
para que la eternidad llegue a
nosotros cuanto antes!
Guarda tu beso, como las flores
el veneno,
para restituírselo intacto a la
tierra.
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