Déjame
que en el enlace de dos almas fieles
No
admita impedimentos;
no es amor el amor que se altera cuando
alteración halla, o se pliega con el que se va a irse.
¡Ay
no! es una marca siempre fija que mira a las tempestades y nunca la agitan;
Es
la estrella para todo barco errante, cuyo valor es desconocido aunque se pueda
medir su altura.
Amor no se deja engañar por el Tiempo, aunque
los labios y mejillas rosados al alcance de su curvada hoz lleguen;
Amor
no se altera con sus breves horas y semanas, sino que lo resiste incluso hasta
el filo del juicio.
Si esto es error y me lo demuestran, nunca escribí, ni
ningún hombre nunca amó.
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