El mundo pesa inicuo y solemne en mís raíces.
Acepto tus manos,tu dicha,mi delirio.
Si vuelves tú,si sueñas, tu mi imagen en la noche
me reconocerá.
Mi sangre de magia fluye hacia ti, bajo la profecía del alba.
. Poemario: Elena y los elementos (1951)
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