La Armonía con Dios está
enlazada, acompañando
A un oído glorioso, pues
asombrosa
Es la gloria de la vida,
inmensa y clara,
Goce o no el hombre la fortuna.
Las alegrías de esta tierra, la
amistad, los bienes,
El jardín, el árbol, el viñedo,
en todo veo
Del celestial resplandor la
imagen,
Y es el Espíritu quien a los
hijos de este mundo lo regala.
Cuando con largueza la fortuna
a alguien sonríe,
Cuando la fruta su jardín
adorna, y cubre el oro
Su habitación y su hogar, ¿qué
más puede querer
En este mundo para el deleite
de su corazón?
Traducción:Txaro Santoro y José María Álvarez.
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