Aquí
está el poema que iba a escribir
antes,
pero que dejé
porque
te levantabas.
Estaba
pensando otra vez
en
aquella primera mañana en Zúrich.
Nos
levantamos antes del amanecer.
Durante
un instante no sabíamos dónde estábamos.
Salimos
al balcón que daba
al
río y a la parte vieja de la ciudad.
Allí
estábamos, sin más, callados.
Desnudos.
Viendo cómo se aclaraba el cielo.
Tan
conmovidos y tan felices. Como si
nos
hubieran colocado allí
justo en aquel momento.
Traducción :Jaime Priede
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