Louis-François Cassas |
El amor verdadero no es hijo de un
instante,
y ni su eslabón sirve para hacer fuego
a voluntad,
sino que, a su aire, nace y anda,
tras largo entretenimiento, que afirma
su cimiento.
No lo rondarán entonces conjuros o
rupturas,
ni se alejará ya nunca del asiento y el
crescendo.
Lo que viene a confirmar el que veamos
toda obra hija de un instante morir en
su siguiente.
Yo soy empero tierra durísima, pedernal
puro,
del todo remisa a los esquejes,
insumisa,
si bien aquella planta que en mi
arraiga
ya no tenga —en primavera— cuidado de
las lluvias.
Ibn Hazm(994-hacia 1063 d. C.)
Traducción: Federico
Corriente
El
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