No menos porque en púrpura
descendiera
El día poniente a través de lo
que llamaste
El aire más solitario, no por
eso era menos yo.
¿Cuál fue el ungüento que
salpicó mi barba?
¿Cuáles fueron los himnos que
zumbaban junto a mi
oído?
¿Cuál fue el mar cuya marea me
anegó ahí?
Desde mi pensamiento llovía el
dorado ungüento,
Y mis oídos producían los
himnos jadeantes que
escuchaban.
Yo mismo era la brújula de ese
mar.
Traduccion:Miguel Ángel Flores.
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