se asomaban para ver sus ojos, unas
Sodomas
donde los fuegos de Amor
quemaban sin piedad
tu pobre chozuela, oh fría
Amistad;
alrededor danzaban unos
perfumes místicos
en los que alma llorando se aniquilaba;
sobre sus pelirrojos cabellos
resbalaba un encanto;
Cuando Marco pasaba.
Cuando Marco cantaba, sus manos
sobre el marfil,
evocaban frecuentemente la
profundidad negra
de unos aires primitivos que nadie ha vuelto a cantar,
y su voz llegaba a los paraísos
de la sinfonía inmensa de los
sueños,
y el entusiasmo entonces
transportaba
hacia cielos conocidos por cualquiera que escuchara
aquel timbre argentino que
vibraba sin fin
Cuando Marco cantaba.
Cuando Marco lloraba, sus lágrimas terribles
desafiaban el brillo de las más
bellas armas;
sus labios de sangre oscurecían
su carmín
y su desesperación no tenía
nada de humana;
parecido al brasero que el
aceite exaspera,
su enojo aumentaba ,rojo, y se
le hubiera
creído una leona en la selva áspera
desatando su terrible cólera,
Cuando Marco lloraba.
Cuando Marco bailaba, su falda tafetán
iba y venía como una marea ,
e, igual que un bambú flexible
,su costado
se torcía ,haciendo saltar su
seno blanco:
saliendo como un relámpago. Su
pierna de mármol,
enfáticamente cínica, alzaba
sus mates esplendores, y esto
parecía
el ruido del viento de la noche en un árbol,
Cuando Marco bailaba.
Cuando Marco dormía, ¡oh, qué perfumes de ámbar
y de carnes mezcladas oprimían la
alcoba!
Bajo las sábanas ,ondulaba la línea
exquisita
de la espalda, y en la sombra
de las cortinas
el aliento subía, rítmico y
ligero;
un sueño feliz y tranquilo
cerraba
sus ojos, y ese dulce misterio
fascinaba
los vagos objetos del anaquel
Cuando Marco dormía.
Pero cuando ella amaba, olas de
lujuria
desbordaba- e igual que de una herida
sale la sangre roja que humea, para
de ese cuerpo cruel absolver su
crimen-
y el torrente rompía los diques
del alma,
ahogaba el pensamiento, trastornaba
todo a su paso y rebotaba
ligero y devorador como una llama,
y después se helaba.
Traducción: Ramón Hervás Marcó.
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