Estamos tan intoxicados uno del
otro
Que de improviso podríamos
naufragar,
Este paraíso incomparable
Podría convertirse en terrible
afección.
Todo se ha aproximado al crimen
Dios nos ha de perdonar
A pesar de la paciencia
infinita
Los caminos prohibidos se han
cruzado.
Llevamos el paraíso como una
cadena bendita
Miramos en él, como en un
aljibe insondable,
Más profundo que los libros
admirables
Que surgen de pronto y lo
contienen todo.
Traducción: Aquiles Julián.
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