Dónde está tu cuerpo que alguna
vez con tanta
prudencia guardaba en secreto
las simetrías
dónde está tu amarga negación
la ola de tu incesante cabello
antes de que rompa.
La brisa pasó sobre ti, no eras
además tú
ni ninguno de ellos
de todos aquellos que están
encerrados en recuerdos ajenos
siguiendo insomnes su sombra.
No eras además tú, nunca
estuviste invitada
al castillo del Tiempo sin flor
ni caminaste con los muertos
o con aquellos que morirán ya
sea en pocos años
en las calles adormecidas que
sueñan
anuncios luminosos.
Sólo la brisa canta que fuiste
un desesperado
tan irrevocable gesto de la
Materia.
Versión de Francisco Torres
Córdova.
Comentarios