Mozart
A Ti cuando yo escuchaba tu arco
iris de verano:
La dicha comienza ahí a mitad
de la altura de los aires
Ahí las espadas de la
pesadumbre
De mil efusiones se recubren de
nubes y de pájaros.
Por dar placer al día
La hoz dejó una anémona en el
prado,
Nostalgia liberada ternura tan
amarga
Conoce usted Salzburgo a las
seis en verano
Temblor placer una nube se bebe
el sol poniente.
Temblor —en Salzburgo en verano
Oh divina alegría tú morirás
cautiva oh inventada juventud
Pero un solo día rodea aún
estas colinas verdaderas
Ha llovido, fin de tormenta. Oh
divina alegría
Apacigua a esa gente que por
todo el mundo cierra los
ojos en las salas de concierto.
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