(Foto: Imagno) |
Amor
—las estrellas hacen guardia
sobre
los besos,
mares
—Eros de la lejanía—
murmuran,
murmura la noche,
se
alza sobre el lecho, sobre el respaldo,
antes
de que se perdiera la palabra,
Anadiomena
que
surge eterna de su concha.
Amor:
horas de sollozos,
ansias
de eternidad,
borran
sin muchas heridas
un
par de lunas del tiempo,
desembarcan,
¡creencia exaltada!
El
Arca y el Ararat
son
para el agua un botín
sin
límites.
Amor,
transmites las palabras
que
te fueron dichas:
ronda:
cómo están los lugares
velozmente
recorridos por lo que se extinguió.
Cambio.
Y las horas ambulan,
y
giran las llamas.
Entre
tormentas ajenas,
te
das y te recibes a ti mismo.
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