Endymion and Selene.Filippo Lauri, 1650 |
La
razón se confunde frente al prodigio del amor, frente a esa extraña obsesión
por la cual la carne, que tan poco nos preocupa cuando compone nuestro propio
cuerpo, y que sólo nos mueve a lavarla, a alimentarla y, llegado el caso, a
evitar que sufra, puede llegar a inspirarnos un deseo tan apasionado de
caricias, simplemente porque está animada por una individualidad diferente a la
nuestra .
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