Iré, cuando la tarde
cante, azul, en verano,
herido por el trigo, a
pisar la pradera;
soñador, sentiré su
frescor en mis plantas
y dejaré que el viento
me bañe la cabeza.
Sin hablar, sin pensar,
iré por los senderos:
pero el amor sin límites
me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso,
como con una chica,
por los campos , tan
lejos como el gitano vaga.
Marzo de 1870
Versión de Andrés Holguín.
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