La boda de San Jorge-Dante Gabriel Rossetti |
"Reconocían que el mundo les era extraño, se habían
aislado, inmediatamente después de haberse unido, en esa vieja y sombría
mansión, donde la extensión de los jardines alejaba los ruidos del exterior.
Allí, ambos amantes se sumergieron en ese océano de
alegrías lánguidas y perversas donde el espíritu se mezcla con los misterios de
la carne. Ellos agotaron las violencias de los deseos, los estremecimientos de
la ternura más apasionada, y se convirtieron en el palpitante latido de ser el
uno del otro. En ellos, el espíritu se adentraba tan bien en el cuerpo que sus
formas parecían compenetrarse, y los besos ardientes les encadenaban en una
fusión ideal".
Fragmento del cuento "Vera"
Comentarios