Arcipreste de Hita: "Sírvela, no te canses"



Sírvela, no te canses, sirviendo el amor crece...

»Sírvela, no te canses, sirviendo el amor crece;
homenaje bien hecho no muere ni perece,
si tarda, no se pierde; el amor no fallece
pues siempre el buen trabajo todas las cosas vence.

»Agradécele mucho cuanto ella por ti hiciere,
ensálzalo en más precio de lo que ello valiere
no te muestres tacaño en lo que te pidiere
ni seas porfiado contra lo que dijere.

»Busca muy a menudo a la que bien quisieres,
no tengas de ella miedo cuando tiempo tuvieres;
vergüenza no te embargue si con ella estuvieres:
perezoso no seas cuando la ocasión vieres.

»Si la mujer encuentra un haragán cobarde
dice luego entre dientes: -¡Fuera, que se hace tarde!
Si a una dama cortejas, tu ropón no te enfarde,
que tu vestido airoso haga del talle alarde.

»La pereza excesiva es miedo y cobardía,
pesadez y vileza, suciedad y astrosía;
por pereza perdieron muchos mi compañía,
por pereza se pierde mujer de gran valía.
[...]

 Fragmento: Libro del Buen Amor.
 Siglo XIV.

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