Tú la avispa y yo la
rosa;
Tú el mar, yo la
escollera;
En la creciente radiosa
Tú el Fénix, yo la
hoguera.
Tú el Narciso y yo la
fuente,
En mis ojos tú
brillando;
Tú el río y yo el
puente;
Yo la onda en mí
nadando.
Y tú el sol y la sal
Y en los labios el
caudal
Del rumor meciendo el
juego.
Yo el pájaro y el cielo
Azul cruzando su vuelo,
Como el alma atiza el
fuego.
Versión de Silvia
Barón-Supervielle.
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